lunes, 29 de abril de 2013

ESTO NO ES EL ATLETI





Ningún atlético, incluido un servidor que cuando nos visita el Madrid suele ser bastante pesimista, o realista, según se mire, imaginaba horas antes del choque lo que al final pasaría. Es una obviedad decir que lo sucedido en el césped fue vergonzoso. Un equipo, el nuestro, atenazado, acobardo…. Incapaz de hilvanar una jugada decente en todos el partido. Acomplejado. Sin soluciones en el césped ni el banquillo. Lo de siempre desde hace 14 años. Nada nuevo. Bueno sí, una notable novedad: Enfrente de él no estaba el Real Madrid con toda su artillería. Los merengues llegaron al Calderón con lo puesto, con el equipo B. Con un equipo de circunstancias. Diego López, Nacho, Albiol, Essien, Kaká, Morata.....No sé si Filipe Luis se refería a estos jugadores cuando hablaba después del partido de que la evidente diferencia de presupuesto entre ambos clubes.

Pero lo peor de aun estaba por llegar. Lo más deleznable de la noche, no fue el gol del empate del Madrid (Juanfran selección), la evidente falta de testiculina, la nula capacidad de reacción desde el banquillo, las risitas del Cholo en la rueda de prensa o lo bien que durmió Cerezo……Lo peor de la noche fue la reacción del público al acabar el encuentro. Ni un solo pito. Ni un solo pañuelo. Ni una sola protesta hacia el palco. NADA. Resignación. La gente se fue del estadio como se va la afición del Levante, el Espanyol o el Mallorca cuando pierden con el Madrid. “Es lo que hay”, dicen algunos.

Lo que sucedió el sábado fue intolerable para cualquier aficionado que sienta los colores de verdad, que no tenga esa afición como hobbie de fin de semana, que sepa y sienta que el Atleti es un equipo grande y exigirle como tal. Os contaré una historia: Cuando empecé a ir al Calderón allá por 1974, mi padre, antes de salir para el estadio me metía en el bolsillo un pañuelo blanco. El Atleti, al igual que ahora, hacía partidos malos y bochornosos pero cuando eso pasaba sacábamos los pañuelos para mostrar nuestra disconformidad, para exigir la decencia que el escudo merece. El presidente de aquella época, Don Vicente Calderón, siempre pedía disculpas, no salía diciendo que dormía a pierna suelta después de una derrota con el Madrid en casa.

Supongo, como quedó demostrado el sábado, que ese tipo de aficionados estamos en peligro de extinción. Ya quedamos pocos a los que nos escuezan 26 años de gilismo y 14 sin ganar un derbi. A los que os dé igual, allá vosotros. Este no es mi Atleti.